lunes, 14 de enero de 2008

EL DOLO, LA REPRESENTACIÓN Y EL DESARROLLO COGNITIVO

Autor: María Laura Quiñones Urquiza

Me parece oportuno hablar de Piaget, cuyo constructo teórico y demostrado en la praxis encuentro sumamente interesante: Piaget efectuó una teoría para explicar la génesis y el desarrollo de la inteligencia, se opone a toda explicación netamente biologista de su desarrollo. Para ello llevó a cabo una observación minuciosa de la conducta de sus hijos, lo que contribuyó en gran medida a la elaboración de su teoría o epistemología genética.

La teoría Genética de Piaget es constructivista, es decir, para él la inteligencia es fundamentalmente ACCION. Las estructuras congnoscitivas son creadas y modificadas por actos cognoscitivos.

Piaget hace una descripción de cómo va evolucionando la inteligencia en el ser humano. Para él la inteligencia es: la capacidad de discernir entre medios y fines para que a través de la asimilación y la acomodación el sujeto se adapte a su medio y organice sus estructuras cognoscitivas. Toda acción interiorizada va a dar lugar a una operación, la que luego va a dar lugar a una acción. Cuando nacemos, durante el primer mes somos pura asimilación es decir ajustamos el mundo externo de modo de poder introyectarlo. A medida que el tiempo pasa, va aumentando la acomodación, es decir el ajuste interno que debemos efectuar para adaptarnos al objeto introyectado. De este modo asimilación y acomodación son dos polos de una misma realidad: LA ADAPTACIÓN.

El niño recién nacido posee ciertos esquemas que son estructuras cognoscitivas aplicables a aspectos asimilables de ambiente que una vez que se adquirieron se aplican una y otra vez, como por ejemplo lo que para Spitz es la sonrisa social que aparece a partir del 6º mes del bebé. Estos esquemas son plásticos y variables y poseen la característica de generalización, repetitividad y discriminación. De este modo, los esquemas se van modificando, desde el primer acto intelectivo (reacciones circulares primarias), pensamiento mágico (que no ha sido superado por algunos adultos), hasta ir evolucionando pasando por la inteligencia práctica (operaciones concretas) y desembocar en la inteligencia abstracta propia del pensamiento lógico.

Sabemos que a los dos años, el niño recién estaría por dejar los pañales. Para Jacques Lacán, psicioanalista francés, el infante (enfant) está logrando ciertas representaciones que tienen que ver con descubrirse como un ser diferenciado de la madre, produciéndose lo que este autor define como el estadío del espejo, es decir el momento en que el infante mira su reflejo, se reconoce en él y ve a una persona con “bordes”, diferenciada del medio que lo circunda, es también una persona al igual que su madre, ante este MOMENTO único e irrepetible, el niño permanece como “estatuilla coagulada”, palabras de Jacques Lacan para describir el JÚBILO del niño al saberse “un otro”. Para Mahler: recién estaría asimilando la segunda separación-individuación de la madre, en esta oportunidad su independencia como deambulador.

Para Freud, el fin del principio del placer va permitiéndole saber que existen frustraciones que deberá aprender a tolerar.

En cuanto a representar mentalmente el peligro, es decir anticiparse, preveer, elegir y RESPONSABILIZARSE, es un estadío que se alcanza con el pensamiento abstracto, ya más cercano a la pubertad (y aún así la rebeldía adolescente pone en peligro muchas vidas).

Lo cognitivo también FORMA PARTE DE LA LUCIDÉZ gracias a la cual el hombre es casi siempre dueño de sus actos, es decir de su discernimiento o juicio crítico. Los 3 saberes de la lucidéz son el cognitivo, el afectivo y el conativo. Ya que hablamos del aspecto cognitivo de la lucidéz, éste implica el conocer:

los objetos del mundo exterior e interior, confuso en psicosis alucinatorias

la diferencia entre ambos: los infantes suelen confundir la fantasía con la realidad

la propia actividad personal: reflexiva o ejecutiva, ausente en los automatismos epilépticos

la FINALIDAD DE LOS OBJETOS Y LAS ACCIONES: presente en los trastornos antisociales de personalidad.

la expansión de la persona y sus límites: en las crisis maníacas el cuerpo se vivencia como inagotable y omnipotente

la relación del espacio y del tiempo en uno mismo y en los demás: en las esquizofrenias se sufren alteraciones groseras en relación al tiempo y el espacio, el ensamblamiento de los tiempos es una de ellas.

el sentido de la unidad de sí mismo ahora y en el pasado, es decir del SER en el tiempo: esto falla en los Desórdenes de Múltiple Personalidad.

la imagen de sí mismo, algunas lesiones cerebrales alteran la percepción del esquema corporal.

la CONSECUENCIA DE SUS ACTOS, ausente en oligofrenias o en alteraciones profundas de la conciencia

Este último aspecto de la lucidez permite al hombre ATENDER, PERCIBIR con claridad, MEMORIZAR, ORIENTARSE CORRECTAMENTE, COMPRENDER y RELACIONARSE CON LOS DEMÁS.




BIBLIOGRAFÍA:

“Semiología Psiquiátrica”, Dr. Hugo Marietán

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